Fernando Rodríguez - Editorial TalCual
Para que no quedaran dudas de la plena aceptación de su vandálica condición, los facinerosos que entraron a sangre y fuego en los predios de la UCV el día de las elecciones estudiantiles gritaban "Somos hordas chavistas, castrocomunistas". Las acciones, cuando se hacia el escrutinio, fueron de monta: destrozaron los equipos electorales, tiraron bombas lacrimógenas, dispararon y produjeron un incendio en las afueras del Aula Magna.
Pero ya se habían producido hechos aislados similares durante el día, destinados a espantar a los votantes. Al parecer, en definitiva, resultaron ineficaces ya que la votación fue mayor a la de elecciones anteriores y las planchas opositoras, sobre el 80% de los votos ya escrutados en el momento del asalto, superaban a los gobierneros en una relación de 8.000 a 1.500 aproximadamente, que es lo que se llama una tunda, una vergüenza. Hasta perdieron sus últimos reductos, cuartelillo de algunos violentos.
Bueno, no sólo por los resultados electorales, sino por la naturaleza misma de los acontecimientos se puede hablar también de triunfo de la democracia contra la barbarie. Pocas veces el "movimiento estudiantil" chavista o una parte de éste, y el régimen autoritario, se habían exhibido con un rostro tan canallesco, tan rastrero, tan impúdico.
Que perdiendo las elecciones abrumadoramente se haya tratado de borrarlas a coces, a carajazos es una muestra emblemática, un verdadero cromo, de la brutalidad contra la libertad y la razón. Los universitarios, y los ciudadanos todos, deberían estar viendo en el lamentable espectáculo la esencia misma de este régimen, su desprecio por la voluntad individual, la de usted y la nuestra, el desprecio por la vida civilizada y el consenso ciudadano. Pero aclaremos que, por supuesto, los mayores culpables de esto no son los patéticos ejecutores materiales de la felonía, al fin y al cabo más susceptibles de lástima que de otra cosa. Con el mayor descaro en días pasado el Presidente convirtió al lastimoso candidato de 500 votos, Kevin Ávila, expulsado temporalmente de la universidad por sus acciones violentas, en un modelo revolucionario. Cosa parecida hicieron pajes de su corte.
Bueno, ¿y entonces Chávez Frías ahora qué vas a hacer viendo los frutos funestos de tu irresponsable promoción electorera? Es muy probable que guarden silencio los autores intelectuales del delito o, no faltará quien sugiera que es un autoatentado de los ucevistas (y de la MUD y del Imperio) para victimizarse y conseguir apoyos para el 2012. Lo pregunto porque si la guerra va a ser prolongada y descarada, si el gobierno se va a hacer el loco o el alcahuete de semejante salvajada, es bueno que nos vayamos preparando para no hacer de mártires consuetudinarios, triste papel. De todos modos se necesita que autoridades, profesores, gremios, egresados y, sobre todo estudiantes, vayan encontrando fórmulas para ponerle un parao a esos abusos, primera prioridad para que la universidad sea meramente vivible.
Por último, me imagino que el equipo de gobierno y los gestores directos de la violencia no deben saber muy claramente lo que significa el Aula Magna, el viernes en peligro de arder. Bueno, es la obra arquitectónica más importante que se haya hecho nunca en Venezuela, comprendidas las diseñadas por Guaicaipuro, Zamora y Maisanta, y admirada a nivel mundial, entre otras cosas, por su maravillosa integración de las artes. Sería una lástima destruirla, de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario