Al contrario de lo que mucha gente piensa, Vincent Van Gogh no se cortó la oreja, sino un trocito del lóbulo de la oreja. Fue un hombre muy culto e inteligente, que a diferencia de lo que era habitual en su época, Van Gogh sabia hablar perfectamente varios idiomas.
Van Gogh es mi pintor favorito y como persona una de las cosas que me cautivan de él es que fue un incomprendido en vida (al igual que Beethoven) y un visionario que se adelantó a su tiempo con algunas de las grandes obras maestras que nos dejó y que por desgracia solamente vendió un cuadro en vida (la vid roja) y que acabó su vidá trágicamente con su suicidio y pocos meses después su hermano Théo, afectado por la muerte de Vincent muere también de su agravada enfermedad.
Los padres de Vincent Van Gogh, Théodore y Anna Cornelia Carbentus tuvieron un hijo al que llamaron Vincent-Wilhelm que murió a las 6 semanas de nacer y un año más tarde cuando se cumplia exactamente el año de la muerte de Vincent-Wilhelm los padres decidieron ponerle a su segundo hijo el mismo doble nombre de su hermano, lo que se supone que le crearía mucha confusión a Vicent Van Gogh al pasear por el cementerio (que estaba muy cerca) y ver allí su nombre escrito en una lápida (la de su hermano ) con la fecha de su nacimiento.
Esta es una de las paradojas de la vida, como la coincidencia de que en el mismo día 23 de abril de 1616 muriesen Shakespeare y Miguel de Cervantes. O que la vida de Théo y de Van Gogh estaba tan unidas que hasta en la muerte (una diferencia de pocos meses) están unidos y así están enterrados uno al lado del otro en el cementerio de Auvers.
No se sabe exactamente muy bien el suceso de la oreja, porque Vincent no se acordaba y Gauguin su compañero de habitación tenía fama de embustero, pero al parecer al día siguiente le llevó el trocito de oreja a una prostituta llamada Rachel y le dijo que lo guardase con mucho cuidado.
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